Todos hemos sufrido insomnio alguna vez, quizá provocado por estrés o nerviosismo, por una digestión pesada, o por un cambio de horario que nos ha trastocado. Pero ¿qué es realmente el insomnio? y ¿cómo de grave es?
El insomnio puede implicar dificultad para conciliar el sueño (es decir, para quedarse dormido), dificultad para mantener ese sueño durante la noche (despertarse varias veces) o despertares muy tempranos (sin capacidad para volver a dormirse). Es importante saber que es igualmente importante valorar la calidad del sueño como su cantidad. Alguien podría pensar que no tiene problemas de sueño si duerme 7 horas al día, pero si ese sueño tiene múltiples despertares nocturnos o se despierta siempre antes de quererlo puede indicar un problema de insomnio.
En psicología se considera un trastorno del sueño por insomnio, si la persona presenta 1 o varias opciones de las mencionadas anteriormente, y si éstas se presentan durante al menos tres días en semana durante un periodo de 3 meses o más. Todo ello causando un gran malestar en la persona que interfiere con su vida diaria.
¿Qué se puede hacer?
Existen una serie de pautas aconsejadas para facilitar y mejorar el sueño que se denominan Pautas de Higiene del Sueño, y que en muchos casos pueden ayudar con este problema. Sin embargo, si no se mejora y se mantiene el problema en el tiempo hay que buscar ayuda profesional.
El insomnio mantenido en el tiempo puede ser muy peligroso para la salud, y no es algo que deba tomarse a al ligera.
Pautas de Higiene del Sueño
- Utiliza la cama sólo para dormir o para las relaciones sexuales. No pases tiempo en ella con el ordenador o «descansando»
- No realices tareas muy estimulantes antes de irte a dormir, esto incluye el ejercicio físico intenso. Mejor opta por tareas más relajantes.
- No utilices pantallas antes de dormir (ni móvil, ni tablet ni televisión) Su luz interfiere en los ciclos circadianos. En lugar de eso lee un libro
- Acuéstate siempre a la misma hora, e intenta dormir a diario unas 7 horas. Si duermes siesta que sean de 20 minutos (no más de 45)
- Evita la cafeína, el té, los refrescos y el chocolate antes de acostarte. También es aconsejable hacer una cena ligera (sin fritos ni azúcares en exceso). Si se tiene mucha hambre puedes tomar un vaso de leche caliente antes de acostarte.
- Una ducha o baño de agua caliente antes de dormir puede ayudar a relajar el cuerpo y la mente y facilitar la conciliación del sueño
- Crea un buen ambiente en el dormitorio, sin luces ni ruidos, y que haya sido correctamente ventilado. Utiliza una ropa de cama limpia y agradable.
- Si pasados 20 minutos en la cama no has conseguido dormirte, sal de la cama y realiza alguna actividad relajante como leer o dibujar. Vuelve a la cama en cuanto vuelvas a sentir sueño.
Recuerda que estos son sólo sugerencias, si tienes un problema busca ayuda profesional, el sueño es fundamental para un correcto funcionamiento cognitivo, no lo dejes pasar.
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