La terapia psicológica es un proceso por el cual un profesional de la psicología ayuda a un paciente/cliente con una seria de cuestiones o problemas que están afectando a su bienestar. Existe la falsa creencia de que para ir a terapia tienes que tener algún trastorno o estar muy enfermo, pero no es así. Cualquier persona en cualquier momento puede beneficiarse de la terapia psicológica. Asuntos tan habituales como problemas en las relaciones con otros, estrés laboral, problemas para dormir, baja autoestima, falta de motivación, etc pueden tratarse en terapia con muy buenos resultados.
Los profesionales de la psicología estamos deseando ayudar a los demás y por eso elegimos esta profesión.
Existen múltiples tipos de terapia psicológica y dentro de cada una encontramos diferentes formas de actuar y diferentes formas de encarar un problema. Esto lleva a distintas maneras de trabajar y a diferentes técnicas y recursos que se pueden utilizar en terapia. Todas coinciden en su eficacia y los beneficios que reportan para la salud mental y emocional pero ¡Recuerda! puede que alguna de estas terapias te produzcan más beneficios que otra. Si no estas a gusto con tu psicólogo actual o llevas tiempo con él/ella y no notas mejoría tienes derecho a cambiar y probar con otro profesional.
Una mala experiencia no significa que la psicología no pueda ayudarte, significa que aún no has dado con la persona adecuada.
Pero volvamos al punto inicial que nos trae aquí, ¿Cuáles son los beneficios reales de ir a terapia?
- Apoyo Emocional: Este será un punto fundamental. Es esencial que se establezca un vínculo entre terapeuta/paciente y haya un sentimiento de entendimiento y empatía. Sentirse acompañado y entendido en las sesiones de terapia puede ser increíblemente terapéutico. Sentir el apoyo de otra persona creará un entorno cómodo que facilitará y promoverá que puedas expresaste emocionalmente, y esto en sí mismo te traerá enormes beneficios.
- Aporta Herramientas útiles para lidiar con los problemas: El psicólogo puede ofrecer muchas herramientas y técnicas para afrontar problemas del día a día. Pero no se trata de que el paciente haga lo que le dice el terapeuta y listo. Con la práctica de estas técnicas podrás volverte más proactivo en tu bienestar, y generará un sentimiento de valía y empoderamiento, que te ayudará a tomar las riendas de tu vida y de tu salud mental.
- Experiencia de un profesional: Cuando existe un problema que nos desborda, es importante contar con la ayuda de un profesional. El psicólogo es una persona que se ha preparado para ayudar a los demás y ese es su trabajo. Su experiencia, sus conocimientos y su dedicación van enfocados a ello, por lo que podemos confiar en su profesionalidad y en su ayuda. Con casi total seguridad lo que estas experimentando o sintiendo es algo que ya ha visto anteriormente el psicólogo, por lo que puede darte una visión mucho más amplia y completa del problema.
- Aporta felicidad y bienestar: El fin último de la terapia es que la persona se sienta mejor consigo misma y se sienta capaz de afrontar sus problemas. Evidentemente esto no es fácil y es un trabajo de por vida que todo los seres humanos debemos hacer. Sin embargo la terapia puede ayudarte a conocerte mejor, a dotarte de herramientas y conocimientos para que puedas utilizarlos cuando lo necesites, a aprender a expresar y manejar las emociones de una manera sana, a relacionarnos mejor con los demás, etc. No se trata de eliminar los problemas y las emociones desagradables, si no de aceptarlos como parte de la vida y a desarrollar una cierta tolerancia a ellos, potenciando a su vez los aspectos positivos de la vida.
¿Te gusta lo que has leído? ¿Quieres probar por ti mismo los beneficios de la terapia? Llámame y empezamos cuando quieras 🙂
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